Cuenta la leyenda que tan
sumamente recia era la construcción de la Alhambra que, aún recibiendo el
ataque de mil ejércitos enemigos, jamás caería. Se decía que el día en que la
llave del arco interior de la Puerta de la Justicia y la mano de su arco exterior
se unan, la Alhambra caerá porque ese día habrá llegado el fin del mundo.
También asegura la leyenda que tal era la magnificencia del Arco de la
Justicia, que se aseguraba que ningún caballero, montado a caballo con su
lanza, podría tocar con la punta de ésta la mano esculpida en lo alto del arco
exterior. Tan seguros estaban de ello, que aseguraban que quien lo consiguiese
conquistaría el trono de la Alhambra.
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